Claves para el riego de nuestras plantas
Es sin duda uno de los temas clásicos en jardinería, el riego. Conocer la cantidad necesaria, entender los avisos que nos envían nuestras plantas y sobre todo tener la precaución de no pasarse ni por exceso ni por defecto, son algunos de las cuestiones de las que se hablan en blogs, revistas y muchos comentarios en las redes sociales.
Lo primero que debemos conocer es la familia de nuestra planta. Con la información sobre nuestra planta podremos hacernos una idea general de las necesidades básicas a las que tendremos que hacer frente para el buen desarrollo de la misma. Al conocimiento concreto deberemos asumir algunos valores propios de la zona geográfica donde nos encontremos (Pluviometría, temperaturas, etc.). Una vez analizado los valores propios y los obtenidos por nuestra situación geográfica realizaremos un plan de riego a nuestra planta. Se trata de ayudarle al desarrollo sin ponerle obstáculos. Un riego prudente y consecuente hará que nuestra planta muestre su belleza. El primer indicador que debemos observar es el grado de humedad de la tierra. Los cambios de color será suficiente para determinar la necesidad de agua para nuestra planta y serán nuestros ojos el primer indicador. Hay que tener siempre en cuenta que hay variedades que no se deben regar en invierno a pesar del color del sustrato.
El exceso de riego también es sin duda uno de los problemas al que debemos enfrentarnos. Saturar a nuestra planta de agua es añadirle un sobre esfuerzo para poder vivir. Encharcar nuestras plantas en los jardines puede llevar a eliminar la opción de absorción de las raíces del oxígeno necesario y provocarles un mal de difícil solución. También es importante no regar en exceso los cactus y crasas por ejemplo, ya que un combinado de exceso de agua y frío las mataría irremediablemente.
Por otro lado la falta de agua hará que nuestras plantas pierdan mucha fuerza y color. Si el sustrato no está humedecido y no nos hemos dado cuenta con ver el aspecto de nuestra planta entenderemos la necesidad de agua que requiere, sus hojas caerán flácidas, algunas perderán el color. Son indicadores de una falta ya extrema de agua, con lo cual debemos actuar de inmediato para poder salvarlas.
En el riego de nuestro jardín hay actualmente muchos elementos técnicos que nos pueden ayudar a mejorar la periodicidad de riego. Existen sistemas de control de la humedad con conexión a un ordenador que a su vez controla el riego que condicionado por la temperatura ambiente y con una conexión a internet podrá optimizar nuestros recursos hídricos de forma considerable, pero quizás esto sea un temas para otro post.