BAMBÚ SAGRADO, LA PLANTA ASIÁTICA PARA TU JARDÍN
¿Qué es el Bambú Sagrado?
Si estás buscando una planta bonita de verdad para rellenar ese hueco que se te ha quedado solitario en el salón de casa, tienes que conocer a la Nandina o Bambú Sagrado, nombre que adquiere por parecerse tanto al bambú, ya que tiene unas hojas muy parecidas cuya principal característica es que se vuelven rojas cuando llega el otoño.
Mientras que llega el otoño, el Bambú Sagrado, cuyo origen es China y Japón, se mantiene con todas sus hojas, ya que su principal característica es que es perennifolio o semiperennifolio y alcanza una altura de hasta dos metros, por lo que si no tienes un espacio donde pueda ser feliz, mejor plantéatelo.
¿Qué cuidados necesita el Bambú Sagrado?
No obstante, es una planta que también puede vivir en el exterior. Su cultivo óptimo se produce maceta o en jardinera mejor que en el propio suelo directamente y, aunque necesita sombra en las zonas muy calurosas, como es nuestra Costa del Sol donde puedes encontrar nuestro vivero, también es resistente a las heladas de la primavera tempranera y del invierno.
En cuanto al agua que necesita, no es una planta muy exigente que te vaya a pedir ser regada todos los días. Lo más común, y lo suficiente para que se conserve bien, es que la riegues cada tres días en verano y, aproximadamente, cada diez días en invierno si no le está cayendo demasiada agua natural o si no hay mucha humedad en el ambiente.
Si tienes una planta de estas características te preocupará, y mucho, su salud y, sobre todo, los agentes patógenos que la puedan afectar. Para tu tranquilidad, el Bambú Sagrado es muy resistente a las plagas, ya que sus hojas duras no son fáciles de digerir para los bichos que se las quieran comer.
Eso sí, tienes que tener paciencia con esta planta: su crecimiento es lento y toma su tiempo. Al fin y al cabo, recuerda: es una planta de Japón, y allí el tiempo no pasa igual que en occidente. Si no, piensa en los bonsáis.