FORMAS DE PLANTAR ROSALES
Las rosas son unas de las flores favoritas del hombre durante toda la historia. Su belleza ha fascinado a muchos, pero también su resistencia y su versatilidad a la hora de crear maravillosos ambientes ajardinados. En esta ocasión no vamos a hablar de los diferentes tipos de rosas o su historia, si no que nos vamos a centrar en cómo se planta adecuadamente un rosal.
Se puede plantar un rosal mediante el desarrollo de esquejes o directamente plantas rosales que ya tengan raíces desnudas o cepellones. Si lo que quieres es plantar por esqueje, puedes aplicar esta técnica a rosales de variedades antiguas o contemporáneas, además de en los trepadores. Esta técnica se suele hacer entre los meses de agosto y septiembre, y consiste en aprovechar las ramas de los rosales que ya tengamos plantados previamente. Estas ramas deben tener como mínimo tres hojas, tener un grosor de unos 2 cm y que no estén demasiado tiernos o al contrario, excesivamente leñosos.
Plantar con esquejes
El truco es cortar por debajo de la última hoja (unos 10 cm aproximadamente) y eliminar otras hojas, flores o espinas que queden por debajo de esa última hoja. Tras esto, debemos añadir hormonas de enraizamiento al corte e introducir el esqueje en un agujero de unos 12 cm en una maceta con sustrato universal con algo de mantillo. Concluido este proceso, es adecuado compactar bien la tierra eliminando bolsas de aire y mantener el sustrato húmedo. Y para que crezca adecuadamente la raíz, se debe poner en el exterior en una zona sombreada y siempre protegida del frio.
Plantar el rosal con raíces
Si vas a plantar el rosal con raíces encontrarás dos opciones: raíces desnudas o cepellón.
Si son raíces desnudas, asegúrate de que sus raíces tengan al menos 20 cm de longitud. Si es de cepellón, comprueba que sus hojas estén firmes. Así te asegurarás la salud de la planta y su buen desarrollo. Ten en cuenta que si son raíces desnudas, debes hidratar sus raíces metiéndolas unas 8 horas en agua antes de plantar. Escoge un sitio soleado de tu jardín para realizar la plantación y deja bastante espacio alrededor para que pueda crecer adecuadamente. De nuevo nutre bien la tierra, (incluso hecha enraizado si son raíces desnudas), compacta bien la tierra y protege sus raíces recién plantadas del frío (puedes cubrir la base de la planta con corteza de pino para este fin).