Las fiestas navideñas: El momento de los pascueros
En la aproximación de la época navideña hay una planta hegemónica que está en las estancias principales de todas las casas, sin olvidar los tradicionales abetos, y dependiendo del lugar la llamamos Flor de Pascua, Pascuero, Estrella de Navidad o por su nombre real, Poinsettia.
Procediente de Méjico, la Poinsettia pertenece a la familia de las Euforbiáceas y con el paso del tiempo, o de las navidades, se ha hecho más fértil la idea de que es una planta difícil de cuidar. Para desmontar el mito, te damos varios consejos imprescindibles para que tu pascuero aguante, como mínimo, varios meses.
La temperatura es uno de los aspectos a destacar en el cuidado de esta planta tan festiva. Para una correcta conservación de la planta, se recomiendan temperaturas mínimas entre los 10 y 12 grados y vive cómodamente entre los 20 y 24 grados. Un hecho a destacar es que las calefacciones fuertes les perjudican de tal forma que consiguen que las hojas caigan. Los ambientes resecos al igual que las corrientes de aire tampoco favorecen el correcto desarrollo de la planta, lo mejor es un sitio resguardado.
El riego es otro punto importante pues se cometen errores por exceso de agua. El pascuero necesita un término medio. No se ha de regar nunca de forma directa ni por encima, lo ideal es situarlo en un plato con agua durante 15 minutos y habiendo pasado este tiempo retirar el agua que no hay absorbido.
En cuanto a la luz, el pascuero ha de recibir rayos de sol pero de forma indirecta. Resulta más conveniente que tenga claridad a estar expuesto directamente al sol. Para conseguir que la planta florezca y consiga su color característico al año siguiente necesita más horas de oscuridad además de la noche, entre 5 y 7 horas.
En el momento de crecimiento y floración es recomendable abonar cada dos semanas con abono líquido para floración que puedes encontrar en nuestro Garden Centre.
Por último, hay que recordar que el pascuero se puede cultivar en interior como en exterior pero sabiendo que se desarrolla sin problemas en climas cálidos como el nuestro sin demasiadas heladas o con heladas débiles.