Qué es un bonsái y qué tipos son los más conocidos
Bonsai:
Etimológicamente, bonsái quiere decir “cultivar en bandeja”. Y, precisamente, un bonsái es un árbol en miniatura que crece en una maceta, siendo árbol y maceta indisociables.
No es un árbol genéticamente modificado para que sea pequeño, es un árbol o arbusto que, gracias a ciertas técnicas (poda, alambrado, trasplante, nutrición adecuada, etc.), crece de una manera reducida.
El arte de crear un bonsái comenzó hace 2000 años en China gracias a la espiritualidad taoísta. Se consideraba que los árboles representaban la eternidad y un puente entre lo divino y lo humano (entre la tierra y el cielo), por lo que comenzaron a cultivarlos en miniatura para disponerlos en sus templos. Hace 800 años, este arte llegó a Japón, y los monjes Zen los abrazaron como un símbolo del universo.
Las especies más populares son el olmo, el pino silvestre, el olivo, el arce o el enebro. Un bonsái puede variar de tamaño, desde las miniaturas de menos de 5 cm llamados Shito o Keshitsubu hasta los de más de 130 centímetros llamados Hachi-uye.
Hay muchos estilos de bonsái, y entre ellos se encuentran estos 6:
Chokkan:
Es un bonsái cuyo tronco es vertical y tiene en su conjunto una forma triangular (la forma triangular suele ser la más apreciada).
Moyogi:
Igual que el Chokkan, pero con la diferencia de que su tronco es más serpenteante.
Kengai:
Sigue siendo un estilo vertical, pero con la diferencia de que el árbol va creciendo hacia abajo, como una cascada, quedando la copa del árbol por debajo de la maceta.
Han Kengai:
Como el Kengai, pero la parte superior debe quedar entre el borde y la base de la maceta.
Fukinagashi:
Su forma es marcadamente horizontal, creando el efecto de que lo está azotando el viento hacia un lado.
Bunjin:
De un estilo marcadamente chino, su tronco desnudo y esbelto prácticamente sin copa es el protagonista.