Los peces más fáciles de cuidar
Los peces son animales de compañía que no requieren demasiada atención, y que dan un toque muy alegre al hogar. Sin embargo, entre todas las especies acuáticas, existen algunas que se adaptan mejor al medio que otras, que saben convivir en armonía y que requieren menos cuidados en cuanto a alimentación. Además, se trata de peces que suelen resistir mejor a las enfermedades típicas.
Por ejemplo, los ciprínidos, una de las familias de peces más extensas y que se pueden encontrar en casi cualquier parte del mundo, en agua dulce. Son omnívoros, por eso es fácil su alimentación. Y conviven sin problema, por lo que son los mejores peces para personas inexpertas que no hayan tenido antes acuarios y que no sepan de su mantenimiento y cuidado.
Y entre los ciprínidos hay varias especies. Los Danios, por ejemplo, muy vitales, miden hasta 6 centímetros y a pesar de su continua actividad, son muy pacíficos. Tienen colores muy llamativos, pero siempre alrededor de los tonos verdes, marrones y dorados y con rayas azules oscura. Su temperatura ideal va entre los 18 y los 26º, por lo que aceptan bien las variaciones.
Otra especie de ciprínidos son las rasboras. Muy coloridos y vistosos, miden hasta 5 centímetros y la subespecie más popular de ellos son los arlequines. Se caracterizan por su tonalidad anaranjada y nadan de forma peculiar y divertida. La dificultad del cuidado de las rasboras radica en la crianza, ya que los machos suelen comerse a las crías cuando aún son huevos, por lo que lo ideal es separarlos en caso de querer que se reproduzcan.
También están los barbos, otro tipo de ciprínidos, de colores amarillos o rojizos y con unas franjas transversales negras, que resultan muy identificativas. Deben estar entre los 20 y los 26º, son fáciles de cuidar, pero conviene no poner plantas de hojas blandas, ya que tienden a comérselas.
Sin pertenecer a la especie de los ciprínidos, pero igual de fáciles de cuidar, están las Coridoras. Son una variante de la especie de los peces gato, que se llaman así por sus particulares bigotes. Son pequeños, no más de 6 centímetros, y se alimentan de todo lo que encuentran en el fondo de la pecera. Son muy resistentes a las enfermedades y no requieren de mucha atención.
Todos estos peces son activos y pacíficos y requieren vivir en comunidad. Por lo que lo mejor es contar con más de 6 de ellos en el acuario, para que no se estresen y para que se encuentren en su hábitat más natural.