Las plantas de interior más resistentes y decorativas
sansevierias, filodendros, crotones, potos y scheffleras
Si no sabes mucho de jardinería, no tienes tiempo para cuidar las plantas o tienes que hacer largas ausencias de tu domicilio, prueba con estas especies de interior. Son grandes campeonas de resistencia, capaces de vivir con escasas atenciones y, a pesar de ello, son también muy decorativas. Aportan verdor y exuberancia a hogares y oficinas además de purificar el ambiente de sustancias nocivas.
Las sansevierias o espadas de San Jorge
Las sansevierias son herbáceas perennes rizomatosas de follaje persistente. Las hojas son carnosas y coriáceas, de un atractivo color verde con manchas transversales en un tono más claro, y acabadas en punta. En primavera o verano emiten largas varas en las que surgen pequeñas flores perfumadas. Son las más fáciles de cuidar, fuertes para soportar el calor, la sequedad ambiental y la falta de agua. Su único requisito es que no admiten la presencia de otras plantas en su tiesto.
Los filodendros (Philodendron)
La costilla de Adán es la más conocida y espectacular de los cientos de filodendros que existen, pero todas resultan muy decorativas por sus escultóricas hojas, coriáceas y brillantes, verdes o con tonalidades rojizas. Aunque están acostumbradas a trepar grandes árboles tropicales, sobreviven plantadas en tiesto en ambientes luminosos de interior.
El Crotón (Codiaeum variegatum)
Es una planta de grandes e inigualables hojas coriáceas multicolores con marcadas nerviaciones en contraste, con una gama de colores que va desde los distintos tonos verdes hasta el amarillo, naranja e incluso rojo, y que no permanecen siempre igual. Su presencia dentro de casa evoca los jardines tropicales.
Los potos (Scindapsus o Epipremnum)
Dan mucho juego como plantas colgantes y trepadoras por su condición de lianas. Puede crecer de 30 a 45 cm al año en interior.
Es una planta que pese a carecer de flores y no tener un follaje llamativo, ha tenido muy buena aceptación, gracias a poseer un increíble poder de adaptación y ser una planta que, sin requerir cuidados extremos, crece con gran facilidad. Además, a nivel decorativo dan mucho juego en plantas colgantes.
El poto más popular es el ‘Njoy’, que destaca por sus hojas con varios tonos de verde y manchas blancas asimétricas.
La schefflera (Schefflera)
Es una de las plantas con mayor poder purificador gracias a sus abundantes hojas perennes y lustrosas en forma de sombrilla (digitadas)
Las scheffleras que se cultivan como plantas de interior pertenecen a dos especies: Schefflera arboricola y Schefflera actinophylla (o Brassaia actinophylla).
CUIDADOS:
- Luz: Las plantas de follaje verde pueden vivir bien en ambientes menos luminosos, mientras que cuanto más coloridas sean las hojas más luz requerirán para no perder su cromatismo. En ningún caso ninguna especia debe recibir la luz del sol de forma directa. Si se les caen las hojas significa que la luz que reciben no es suficiente.
- Temperatura: Al ser plantas de origen tropical soportan mal el frío, por debajo de 12 grados.
- Riego: en general necesitan muy poca cantidad, por lo que hay que impedir que la tierra permanezca húmeda demasiado tiempo, especialmente en invierno, ya que las raíces pueden sufrir asfixia y morir. Es mejor dejar que se seque el sustrato antes de volver a regar.
- Humedad ambiental: La falta de humedad ambiental se manifiesta en las puntas secas de las hojas, por lo tanto, a excepción de las sansevierias, agradecerán las pulverizaciones con agua sobre todo en los días de calor.
- Abono: Apórtales fertilizante diluido en el agua de riego cada 15 días en el período de crecimiento y una vez al mes entre octubre y febrero.
- Poda: Elimina las hojas amarillas o secas. Las sansevierias no se podan.