Claves para revitalizar nuestras plantas y jardín tras el verano
Aún no habiendo terminado el verano pero con la visión puesta en recuperar la belleza de nuestras plantas y jardín, hemos de preparar el proceso de cuidado y restauración de nuestro espacio verde.
Si bien dejamos el riego automatizado dispuesto para que la bienvenida a casa no estuviese protagonizada por el agonizar de nuestras plantas o con constancia cada día hemos procurado regarlas cuando el sol no estaba puesto, las temperaturas han azotado con fuerza y por ello toca contraatacar.
Uno de los factores más evidentes –si no el que más- es la deshidratación de nuestras plantas. Para empezar hay que rastrillar la tierra aireándola, consiguiendo que quede suelta y ahuecada, y añadir nutrientes nuevos con, por ejemplo, el uso de un abono orgánico. Así, la tierra estará renovada y preparada para aportar alimento a las plantas.
Al igual que con el abono en las raíces, aplicar un bioestimulante, es decir, un fertilizante natural para proteger el tejido y aumentar las defensas contra agentes externos, en las ramas y hojas ayuda a mejorar el estado en el que el sol y posibles plagas hayan dejado a las plantas. Favorece la supervivencia de la planta seguir mojándola y mantenerla húmeda sin encharcarla.
Otro problema común al término de esta estación es la compactación del suelo y es que, aunque con riego continuo, la tierra tiende a comprimirse. Al igual que con las plantas hemos de remover la tierra con el fin de darle hueco y respiro, después mejoraremos el drenaje y la textura de la tierra con arena y un fertilizante –siempre orgánico- que consiga revitalizar nuestro jardín.