ABONOS ORGÁNICOS, PERFECTOS PARA NUTRIR NUESTROS SUELOS
Una de nuestras especialidades y donde nos gusta decir que somos pioneros desde Agrojardín es en el desarrollo y distribución de abono orgánico. Estos abonos son perfectos para nutrir nuestros suelos y, a su vez, favorecer el crecimiento y el correcto desarrollo de nuestras plantas.
Permiten un método de abono ecológico y sostenible, puesto que se evita el uso de productos químicos sintéticos industriales. De este sistema de abonado derivan frutas y verduras orgánicas, tan buscadas y consumidas hoy en día.
¿Pero, qué son los abonos orgánicos? Son abonos que resultan de los desechos de origen animal o vegetal. Al ser añadidos al suelo, mejoran sus características biológicas, químicas y estructurales, favoreciendo al óptimo desarrollo de nuestras plantas. Aumentan el nivel de microorganismos del suelo (aportando vida a la tierra) de modo que, entre otros muchísimos beneficios, se retiene mejor el agua.
Hay diferentes tipos de abono orgánico, más o menos apropiados para cada planta, cada suelo o cada necesidad nutricional.
Tipos de abonos orgánicos:
Compost: resulta de la descomposición de restos orgánicos (hojas, ramas…) y/o basura orgánica (restos de ensaladas, cáscaras de frutas…).
Estiércol: es un abono de gran calidad que mejora el suelo de una forma global. Resulta de las heces de ciertos animales, como puede ser las de caballo o las de aves marinas (guano).
Humus de lombriz: aparece de la lombriz roja californiana, mediante su proceso digestivo, genera este abono orgánico. Es el que tiene una mayor concentración de bacterias, mejorando notablemente las propiedades biológicas del suelo.
Cenizas: resultan de la quema de maderas no tratadas, huesos de frutas etc. Aportan minerales muy interesantes para el desarrollo vegetal, además de regular el PH de tierras ácidas.