¿Qué sabes de la violeta africana?
Aunque no es propiamente una violeta, su color y formas la recuerdan. La Saintpaulia ionantha es una refinada planta de interior, de origen africano, de ahí su nombre.
Se trata de una planta de flores aterciopeladas, originariamente violetas, lilas o blancas pero que hoy pueden encontrarse con tonalidades rosadas, fucsias o púrpuras.
Estas delicadas flores están rodeadas por una preciosa corona de hojas cuyo conjunto forma un pequeño bouquet, perfecto para poner un toque de color en cualquier rincón luminoso dentro de la casa.
Esta planta necesita mucha luz, pero fuera del sol directo, una temperatura cálida (entre 18º-27º durante el día y unos 15º de noche) y un ambiente con humedad moderada.
No es difícil de cuidar siempre y cuando se vigile su riego: debemos tener en cuenta de que el suelo debe permanecer ligeramente húmedo, pero el exceso de agua combinado con el frío o con el calor, le resulta muy perjudicial. Es más recomendable regarla por inmersión para que las hojas no se mojen. Una vez regada, hay que dejar que drene bien y no volver a regarla hasta que el sustrato esté casi seco.
Si se prefiere, también se puede colocar la planta sobre un plato con guijarros y poca agua para que las raíces la vayan absorbiendo por capilaridad.
La Violeta Africana puede verse afectada por la araña roja, los trips, así como la cochinilla cerosa y algodonosa, plagas que se pueden combatir con el fitosanitario adecuado.