Huerto ecológico
Primeras labores a realizar para empezar un huerto ecológico
El huerto ecológico es aquel que solo se alimenta y se trata con fertilizantes y productos naturales y conlleva la rotación de los cultivos para aprovechar mejor los nutrientes de la tierra. Así, de este huerto saldrán cosechas sanas y naturales. Implica un mayor respeto al medio ambiente.
Respetar el desarrollo natural de cada planta, crear asociaciones positivas y prescindir del aporte de productos químicos son conceptos clave en el huerto ecológico. Pero esto no implica que no haga falta enriquecer la tierra, ni que las plantas estén libres de los ataques de insectos u hongos; se trata de que nuestra actuación dañe lo menos posible al resto del ecosistema.
Preparación del suelo
El mejor momento para preparar el suelo del huerto es en otoño. Se mejora su estructura y se deja reposar durante el invierno.
La labor del suelo debe realizarse con herramientas manuales si la superficie no es muy grande, desterronando y eliminando las piedras y raíces que vayan apareciendo
Tres errores habituales que no se deben cometer:
- No trabajar la tierra demasiado seca o húmeda. En caso de que esté seca se puede provocar el punto tempero o sazón con un poco de riego.
- No profundizar y voltear la tierra a más de 20 cm.
- No incorporar nunca la materia orgánica en profundidad, se pudre y puede dar problemas al cultivo
Una vez hemos preparado el suelo, podemos acumular la tierra de nuestro huerto de varias maneras: era, caballón, bancal profundo o paredes en crestall.
La mayor parte de los cultivos se adaptan al bancal.
Para evitar incomodidades a la hora de mantener las plantas del bancal, es fundamental que la anchura del mismo, no exceda de los 1,20 m. La longitud dependerá del terreno del que disponemos y el diseño que más nos convenga. Lo interesante del bancal, es el aprovechamiento de espacio. En huertos urbanos o familiares, donde el terreno es muy limitado, conseguimos más espacio para cultivo, si lo comparamos con el caballón.
Además, si delimitamos el bancal con tablas, en forma de rectángulo, conseguiremos disminuir el trabajo de laboreo anual, ya que no pisaremos dentro de la parcela y lo tendremos protegido de la erosión.
El abonado
Abonos orgánicos y abonos verdes son la mejor opción para enriquecer el suelo de un huerto saludable, con ellos estamos creando un buen humus sobre el que será fácil que se desarrollen las plantas de una forma sana, para ellas y para nosotros.
El abonado es muy importante, especialmente en suelos pobres, degradados o en recuperación. La materia orgánica mejora el suelo dando cohesión a los más sueltos y ligereza a los más compactos.
Los nutrientes que las plantas necesitan para su correcto desarrollo son tres: fósforo para la formación y de las raíces; potasio para el correcto crecimiento de frutas y flores, y nitrógeno, el más importante, para el desarrollo de tallos y hojas. Como abono ecológico se aceptan varios tipos: humus de lombriz, mantillo (debe estar perfectamente descompuesto) y preparados ecológicos que se venden en los centros de jardinería. Pero también se puede aplicar compost casero.
La obtención de un abono a través de un compostador que instalaremos en el huerto, será indispensable, ya que reciclará la materia orgánica del propio huerto, jardines, comedor… y evitamos generar residuos en la propia actividad.
La siembra
La siembra se suele llevar a cabo en primavera, una vez pasado el riesgo de heladas, con semillas de producción ecológica que venden en los centros de jardinería. Según el tiempo que tarda en desarrollarse cada hortaliza se irá sembrando, por ejemplo cada 15 días, para secuenciar las épocas de producción al máximo, y siempre respetando la rotación de cultivos
El mantenimiento
Una tarea constante en el huerto es mantener las malas hierbas a raya.
Conviene retirarlas a mano antes de que granen o echen flor; si se hace periódicamente, cada vez aparecerán menos.
Hay que procurar raspar suavemente la capa superficial de tierra al quitar las malas hierbas, facilitamos la respiración del terreno sin dañar la capa inferior del terreno ni compactarla.
Una plantación más apretada impide que las malas hierbas se desarrollen por falta de luz, siempre que la hortaliza tenga su espacio. Los herbicidas químicos están prohibidos en un huerto ecológico.
Del mismo modo, las plagas en los cultivos ecológicos se combaten sin pesticidas. Por lo general, el método consiste en atraer a los depredadores naturales de los insectos dañinos, sembrando plantas con mucho néctar y perfumadas.