Tu huerto urbano: introducción a la cosecha propia
La idea de consumir los productos que cada uno cosecha se hizo realidad con los huertos urbanos. Éstos, parecidos en su objetivo al huerto en el jardín, son espacios para la siembra de hortalizas, frutas y flores en un ambiente casero e individual. Con el paso de los años, los huertos urbanos han cambiado según las necesidades.
Surgieron en el siglo XIX cuando las ciudades estaban repletas de campesinos que iban a trabajar y se encontraban en un importante contexto de pobreza. Los gobiernos cedieron áreas donde poder cultivar sus propios víveres que, con ello, suavizasen la situación. A partir de mitad del siglo XX volvió a resurgir el concepto de huerto urbano pero esta vez como una forma de protesta por parte de movimientos ecologistas contra lo establecido por el capitalismo.
Pese a que el huerto urbano haya modificado su finalidad, de suministrar alimentos en momentos donde éstos escaseaban a convertirse en una afición, los lugares donde establecerlos no han cambiado tanto. En viviendas con terrenos, se trata de huerto urbano en el jardín, en edificios de pisos, se sitúan en la ventana, el balcón o la terraza. Estos emplazamientos tienen en común una buena iluminación y ventilación, y que en ellos se pueden colocar recipientes o mesas de cultivo.
Como todas las plantas, las que habitan en los huertos urbanos, tienen tres niveles de vida. La siembra, el traslado y la cosecha. En el primero, las semillas han de germinar y para ello necesitan humedad y calor, se suele realizar en un semillero donde la planta indica cuándo ha de ser trasplantada, esto sucede cuando nacen los primero brotes. El segundo nivel es el traslado de la planta al recipiente final o la mesa de cultivo. Este momento es dificultoso, es necesario mojar las raíces para que el brote germinado salga del recipiente inicial. El tercer y último paso es la recogida del fruto.
Dependiendo de cada planta la recolecta se da en una u otra época del año, hay que asegurarse bien de cuándo es el momento preciso para obtener los alimentos que durante tanto tiempo y mimo se han ido cuidando.