¿Como combatir una plaga pulgón en el jardín?
El pulgón es una de las plagas más comunes y recurrentes a las que tenemos que enfrentarnos cuando tenemos plantas o jardines, y que en muchos casos tenemos que sufrir con la llegada de la primavera y el fin del frío. Para evitar tener que sufrir esta insoportable plaga que acabará con tus plantas y el esplendor de todo tu jardín hemos preparado este artículo en el que hablamos de todo lo que necesitas saber para combatir el pulgón de una vez por todas. Toma nota de nuestros consejos, estamos seguros de que te serán de gran ayuda.
¿Qué es el pulgón y cómo actúa?
El pulgón es un insecto pequeño de pocos milímetros de largo que se alimenta de la salvia de los tallos y hojas de las plantas, lo cual hace que estas enfermen y acaben muriendo. Por suerte, a pesar de su tamaño, podemos verlos a simple vista. Pertenecen a la familia de las cochinillas y las moscas blancas (son hemípteros), que también se alimentan del jugo de las plantas. Cuentan con un aparato bucal picador y chupador del que se sirven para perforar y succionar la salvia de las plantas.
Existen varios tipos de pulgones: pulgón negro, amarillo, verde, rojo y blanco. Aunque todos ellos son conocidos como áfidos. Existen más de 500 variedades de este tipo de parásitos, unos con capacidad de alimentarse de todo tipo de plantas y otros que sólo se alimentan de una variedad concreta únicamente. No obstante, uno de los más comunes es el pulgón verde, de cuerpo alargado con forma de pera, en el que se diferencia muy poco la cabeza, el tórax y el abdomen.
A la hora de alimentarse, el pulgón tiene preferencia por las partes más tiernas de la plantas. Por ello, cuando nos encontramos con una plaga de pulgón en fase avanzada, las zonas de crecimiento de las plantas están completamente cubiertas por estos insectos, que conviven en grupos numerosos.
¿Qué pasa si tengo una plaga de pulgón en mi jardín?
Como has podido ver, los hábitos alimenticios del pulgón tiene resultados muy perjudiciales para nuestras plantas, haciendo que los jardines se vean enfermos, poco estéticos y por supuesto, poco productivos si además tenemos un pequeño huerto. De hecho, las consecuencias de sufrir una plaga de pulgón es:
- Retraso del crecimiento de las plantas y su debilitamiento, ya que al alimentarse de su salvia les restan energía. Lo cual hace que no crezcan vigorosas. De la misma forma, también merman la producción de los cultivos.
- Transmisión de virus en tus plantaciones para los que no se conoce una cura. Por ello, lo mejor es la prevención.
- Deformación de las hojas y los nuevos brotes provocando daños estéticos. Las hojas se amarillean y arrugan debido a la toxicidad de su saliva.
- Cubren y ensucian las plantas con una sustancia pegajosa producida por su saliva, que atrae las hormigas. Además, esta especie de melaza junto con la humedad provoca la aparición del hongo negrilla, un hongo que cubre todas las hojas dando un aspecto poco estético. No obstante, este mismo hongo podría llegar a evitar que tus plantas hagan la fotosíntesis si se extiende por completo.
¿Cómo saber que tengo una plaga de pulgón en mi jardín?
Los expertos en plagas Denfor, nos avisan que combatir el pulgón para evitar una plaga en nuestros jardines es como una especie de carrera de fondo. Desde la primavera hasta el otoño debes controlar el envés de las hojas y el crecimiento de tus plantas para detectarlos con tiempo. Las colonias de pulgón se multiplican a una velocidad pasmosa, por ello cuanto antes descubras la plaga más fácil y rápido será erradicarla.
Las plagas de pulgón aparecen con el buen tiempo y de forma explosiva, gracias a sus características reproductivas (puede reproducirse de forma asexual, las hembras pueden llegar a reproducirse por partenogénesis). En un breve periodo de tiempo el número de pulgones pasa a ser de unos cuantos a miles de ellos en una sola planta.
En consecuencia, la prevención y el diagnóstico son las dos armas eficaces frente al pulgón. Algunos de los primero síntomas que presentan las plantas ante las primeras apariciones inequívocas de pulgón son:
- Las hojas comienzan a amarillear y arrugarse.
- Algunas hojas están pegajosas y brillantes.
- Encuentras hormigas en los tallos.
Todas ellas consecuencia de que el pulgón está excretando melaza tras su alimentación. A la hora de detectar el pulgón, busca en las zonas terminales de las plantas, allí donde los tejidos son más tiernos, sin olvidar la parte posterior de las hojas. Si consigues diagnosticar el problema podrás minimizar las consecuencias. Por ello, la prevención es fundamental.
Métodos para prevenir las plagas de pulgón en el jardín
La mejor forma de prevenir el pulgón es dar los mejores cuidados a tus plantas. Si no tienen carencias serán menos susceptibles a cualquier plaga o enfermedad. No abonar con demasiado nitrógeno, su exceso provoca que crezcan exageradamente potenciando los tallos tiernos, lo cual es un manjar para el pulgón y otros parásitos. Evita las malas hierbas en jardín, ya que son un perfecto refugio para el pulgón.
Contar con plantas aromáticas cerca como la lavanda, el romero o la menta ayudará a ahuyentarlo, ya que los aromas de ciertas plantas aromáticas repelen los insectos. También es beneficioso fomentar la existencia de ciertos insectos útiles como las mariquitas, las avispas parasitoides o los sírfidos, por ejemplo.
Si después de todos los esfuerzos por prevenirlos, se genera una plaga de pulgón en tu jardín, calma. Este parásito no es tan complicado de eliminar como parece. Lo primero que debes hacer es valorar el grado de afección y retíralos manualmente (la manguera y el agua a presión pueden ser de gran ayuda) o poda aquellas zonas que estén invadidas.
Remedios caseros contra el pulgón
Si ves que has pillado la plaga a tiempo, siempre puedes optar por remedios caseros que te ayuden a acabar con los primero individuos de pulgón. Para ello puedes optar por:
- El ajo es una opción natural y un insecticida natural que eliminará de forma eficaz el pulgón verde, negro y blanco. Haz una infusión con él, 4 o 5 dientes de ajos un poco aplastados en un litro de agua. Primero deja que repose 24 horas, tapado con un trapo y después hierve durante 20 minutos, tras enfriar cuela y pulverízalo con un spray durante 5 días máximo cuando el sol no de a las plantas de forma directa.
- El vinagre es un estupendo repelente, que más que combatir previene el pulgón, gracias a su olor y su ácido oleico. Aplícalo una vez al día durante varios días consecutivos. Para ello, mezcla un litro de vinagre en 10 de agua.
- Las ortigas verdes y blancas tienen un aroma y sustancia ideales para combatir el pulgón negro, blanco, verde, amarillo y rojo. Deja en remojo un manojo de ortigas en 1,5litros de agua durante un día, después cuela el líquido y pulverízalo sobre las plantas.
Remedios ecológicos contra el pulgón
Algunos remedios ecológicos para acabar con el pulgón son:
- El jabón potásico. Es un tratamiento que se consigue diluyendo este tipo de productos al 2%. Es decir, 20ml de jabón potásico diluido en un litro de agua. Pulveriza esta mezcla en las zonas afectadas cada dos semanas, realizando al menos 3 aplicaciones. Es importante que respetes los plazos de tiempo y hagas las repeticiones, ya que al ser un insecticida de acción mediante contacto, sólo matarás aquellos pulgones que hayan sido alcanzados por la pulverización
El jabón potásico es un producto ecológico y totalmente inocuo para las personas y animales domésticos. Con él podrás limpiar los restos de melaza y combatir el hongo.
- El aceite de Neem. Es un repelente y un insecticida por contacto respetuoso con el medioambiente. La azadiractina es su materia activa, por ello sirve para acabar con el pulgón y otras plagas como la mosca blanca, araña roja o la cochinilla, sin llegar a perjudicar a los insectos beneficiosos.
Por suerte, podemos combinar estos dos productos, si por separado no han sido efectivos. El jabón potásico potenciará las cualidades del aceite de Neem. Pero eso sí, debes prestar atención a las dosis recomendadas por el fabricante.
Esperamos que estos consejos os hayan servido de ayuda y consigáis poner a punto vuestros jardines para la primavera, que cada vez está más cerca.