¿Qué sabes del alhelí, también conocida como la planta superviviente?

 

El alhelí es una planta herbácea bienal o perenne de Europa, y más concretamente perteneciente a la cuenca mediterránea. Su carácter superviviente le es dado por no requerir cuidados especiales para el correcto crecimiento. Esa dureza se contrapone con sus sencillas flores y suave olor que la ha convertido en una planta aromática en viviendas donde habitualmente es colocada en jardines y balcones.

El perfume y atractivo conjunto de colores de sus flores –que pueden ser blancos, rosas y púrpura o morados, inicialmente como todas las crucíferas- son las características protagonistas de esta planta.

El perfume y atractivo conjunto de colores de sus flores –que pueden ser blancos, rosas y púrpura o morados, inicialmente como todas las crucíferas- son las características protagonistas de esta planta. El alhelí tiene como base un bajo semileñoso de unos 20 cm de altura, ramificaciones erectas y hojas lanceoladas –con la punta en forma de lanza-, por eso el color de sus flores inunda el espacio junto con su aroma que al caer la tarde aumenta considerablemente gracias al calor recibido a lo largo del día.

El alhelí florece durante la primavera (para las especies bienales) y mediados de verano (para las perennes) pero, en cambio, su cultivo se ha de llevar a cabo durante la época otoñal. Su multiplicación se da por semillas que se siembran a resguardo en una maceta y 14 semanas después se trasplantan los brotes nacidos al jardín o balcón. Sin dañar las raíces en este importante cambio, el suelo en el que se siembren han de ser fértil, suelto y profundo. El fertilizante orgánico como abundante sol son dos requisitos a tener en cuenta para el crecimiento del alhelí.

El sol y las temperaturas altas (hasta los 25º) son aliados de la planta que huye de las heladas y de temperaturas bajas (no menos de 5º). A pesar de ello, y como destacábamos con anterioridad, el alhelí es una planta fuerte que solo requiere riego constante la primera semana de trasplante. Con el paso del tiempo, la necesidad de hidratación es menor y así desarrolla las raíces y la floración. Su supervivencia está marcada por la capacidad de reducir su ritmo de crecimiento en verano e incrementarlo cuando llega la humedad –no en demasía-.

La floración se extiende desde el final del invierno hasta mediados de verano y su poda se reduce a ir eliminando las puntas que pierden las flores.

El alhelí es una planta perfecta para esta época en la que el verano da los últimos coletazos y el otoño deja caer las hojas, salvo la de esta planta que seguirá aportando color y aroma del que disfrutar.

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