Una de las plantas más populares hoy en días es el aloe vera, no solo por su cantidad de propiedades beneficiosas para el organismo, sino también por su belleza minimalista y su mantenimiento tan sencillo.
Pero el aloe vera ya fue muy popular a lo largo de la historia, teniendo registros del uso de esta planta desde el antiguo egipcio. Desde Nefertiti a Cleopatra, uno de los ingredientes esenciales en sus rituales de belleza era esta increíble planta.
Y aloes hay muchos: más de 250 variedades, pero solo tres o cuatro tienen propiedades medicinales, curativas o beneficiosas para nuestro cuerpo. Una de estas es el aloe Barbadensis, que encontraremos en miles de productos de consumo.
Y es tan extraordinaria esta planta que vamos a dedicar una serie de posts para poder abarcar todas sus cualidades, cuidados y usos. Esta es una introducción a una de las plantas más increíbles de nuestra rica flora.
El aloe vera, en general, es una planta que si introduces en tu día a día va a cuidar de tu piel, de tu sistema digestivo…, y, sobre todo, va a fortalecer tu sistema inmunológico. ¿Y cómo consigue esto el aloe? Lo hace a través del uso del gel que contiene el interior de sus carnosas y elongadas hojas.
Este es su tesoro, y precisamente con esto se realizan miles de productos beneficiosos. La industria cosmética y últimamente también la alimentaria utilizan este gel para suministrar productos muy beneficiosos para nosotros.
Eso sí, de todos los productos, como siempre, debemos escoger los que certifiquen una calidad apropiada o incluso un origen ecológico, que nos garantice que recibamos las máximas propiedades de esta planta. Y, en este aspecto, estamos de enhorabuena: el aloe vera español, el que se cultiva en el sur de España y en Canarias, es una de los de mejor calidad del mundo.